martes, 27 de septiembre de 2011

FELICIDAD

Adonde va el vapor de la mañana
cuando deja el dibujo de lo que ayer fué,
esa risa dulce
que abrigaba con manos de madre tu soñar.
El mejor lucero de la honda noche,
cuando el silencio se apaga en vos;
allí en esas bellas risas
que abrigaban con calmar sereno tu pobre soñar.
Hoy
que el río de los años ha inundado el corazón,
aunque crezcan bellas flores en grises pantanos,
voy repleto de canciones
que quisiera escuchar
como el que alguna vez fuí.
Y así, escuchar…
el silencio entre cada acorde.
Ese mínimo instante,
que hoy a lo lejos reconozco como felicidad.

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